1- PET (Polietileno tereftalato).
Está por todos lados, se encuentra en la mayoría de las botellas de agua y en muchos envases de alimentos. Esto es porque es un plástico muy transparente y con una capacidad muy buena para impedir la entrada de oxígeno. Es uno de los plásticos más fáciles de reciclar y por lo general termina convertido en tejido sintético.
2- PEAD (Polietileno alta densidad).
Es la variedad más resistente del clan de los polietilenos. Se usa sobre todo para botellas de productos de limpieza, de cosmética, de leche, de zumos, etc; aunque también se utiliza para las capas de los tetrabricks y para las bolsas más resistentes.
3- PVC (Policloruro de vinilo).
Es el plástico más peligroso en todas sus etapas: en la producción, en su uso y en su desecho. Se encuentra en tuberías, cables, botellas de detergente, canalones y algunas clases de film transparente.
4- PEBD (Polietileno baja densidad).
Es la versión más elástica del polietileno. Se usa para film adhesivo, bolsas, botellas de plástico blando, entre otros.
5- PP (Polipropileno).
Puede soportar la presión repetitiva de abrir y cerrar por lo que su uso es muy común en tapones (como el de la mayoría de las botellas) y tapas de envases. Además se utiliza en envases de comida como los recipientes de ketchup, de yogurt, envases de margarina. etc.
6- PS (Poliestireno).
Es muy fácil de reconocer cuando se hincha y se convierte en lo que comúnmente se reconoce por la marca Porexpán. Tiene una gran variedad de usos como las bandejas de los supermercados en los que se pone la fruta y verduras, o en envases de comida rápida.
7- Otros.
¿Otros? Sí, son plásticos de los que no se sabe a cierta cierta su composición, o que no entran en los otros seis anteriores, pero que también brindan la posibilidad de ser reciclados.