Hoy en día la mayor parte de nuestra ropa termina en incineradoras o en vertederos. Esta situación es muy similar en casi todos los países del mundo, pero resulta mucho más grave en los países que se encuentran en vías de desarrollo y que cuentan con un número insignificante de empresas destinadas a convertir la ropa vieja en prendas nuevas de alta calidad y que puedan hacer frente a las amenazas de la basura textil.

Recordemos, también, que el ciclo de la producción de la ropa es sumamente contaminante, ya que se requiere de materia prima, de tintes, pesticidas y químicos contaminantes, y de mucha desforestación y agua que permita conseguir los tejidos necesarios para la industria textil. Antes dicha situación, es necesario que tomemos consciencia y que seamos capaces de cambiar el modelo comercial lineal de empresa textil, por un modelo circular en el que los materiales textiles sean reaprovechados, y así poder disminuir el impacto negativo que se está generando sobre el medio ambiente.

Cabe resaltar que cada día son más las ferias que se realizan en nuestra ciudad para estimular la compra de prendas de segunda mano en buen estado, de buena calidad y a un precio mucho más accesible que los ofrecidos en el mercado. Por lo general, los patrones de consumo impuesto por la sociedad nos impulsan a comprar, a usar y luego a tirar aquello que ya deja de sernos útil. Estas ferias de ropa de segunda mano, se han convertido en un espacio que buscan transformar nuestros hábitos de consumo excesivos, para remplazarlos por hábitos de consumos mucho más responsables, al tiempo que cuidamos nuestra naturaleza.

Así mismo, desde Reciclamos para Ayudar, te recordamos que para contrarrestar la basura textil también puedes considerar los siguientes aspectos: compra prendas elaboradas con materiales reciclados; apoya a las tiendas físicas o virtuales que venden ropa de segunda; apoya a las marcas y a los diseñadores que se muestran comprometidos con el medio ambiente; explota tu creatividad elaborando otras prendas de vestir o accesorios a partir de las prendas que ya no utilices, y por último, y no menos importante, dona las prendas de vestir que no necesites a personas que vivan en estado de vulnerabilidad o alguna organización benéfica.