El agua es un elemento de gran importancia para los seres humanos y para el resto de los seres vivos. Además, es un recurso fundamental para cada uno de los ecosistemas y también ayuda con la regulación del clima. No obstante, la mayoría de las personas parecen ignorar que este es un bien escaso, y por lo tanto, es necesario cuidar y preservar.

En la actualidad, específicamente en nuestro país, se está experimentando una sequía en la sierra central y esta situación ha puesto en peligro el abastecimiento de agua en gran parte del Perú y, sobre todo, en Lima, lugar en el que se concentra la mayor cantidad de la población. Para algunos expertos, la carencia de lluvias en la región se debe principalmente al cambio climático y a la subida de la temperatura que está experimentando nuestro planeta. Esta situación en la que se han visto alterados los ciclos de lluvia, no solamente está afectando a nuestro país sino también a gran parte del mundo. Por tal razón, es necesario que tomemos conciencia de manera inmediata como ciudadanía y entendamos la importancia que tiene cuidar nuestro más preciado tesoro como lo es el agua.  

Más allá del cambio climático, el uso irracional del agua por parte de nuestra sociedad también pone en riesgo la existencia de dicho recurso en la región. Según la OMS el consumo de agua diario por persona debería ser entre 50 y 100 litros de agua al día; sin embargo, en nuestra ciudad, las personas suelen duplicar o triplicar dicha cantidad, sobre todo, en los municipios más pudientes. Tampoco se debe olvidar que a mayor desperdicio de los recursos hídricos, menos posibilidades tendrán los habitantes de los sectores más pobre de gozar de dichos recursos, personas que deben pagar altas sumas de dinero a dueños de camiones cisternas para gozar de agua.

Desde Reciclamos para Ayudar te recordamos una serie de pequeñas mediadas que puedes adoptar desde tu casa para contribuir con el cuidado y el ahorro del agua: cierra el caño mientras no lo utilices y haz uso racional del agua mientras te bañes; usa un vaso de agua mientras te cepilles para que no dejes correr tanta agua; limpia tus pisos y superficies con un balde de agua y no uses la manguera, ya que esta consume mayor cantidad de agua; repara las fugas que tengas en las tuberías, llaves e inodoros; lava tus frutas, verduras y los utensilios en recipientes; reutiliza el agua que aún esté limpia; usa lavadoras y electrodomésticos de bajo consumo; no descongeles tus alimentos bajo el grifo; si tienes piscina en casa no la vacíes tantas veces al año, puedes depurar el agua y mantenerla cubierta mientras no la utilices; por último, puedes bañar tus mascotas en áreas que necesites regar para aprovechar el agua el máximo.